La dictadura de volar

Definitivamente volar ya no es lo que era, ya que el placer que se balanceaba con el miedo a volar, ahora ha cambiado. De alguna forma volar se ha vuelto algo mundano, y por ende debemos asumir que no necesitamos aplacar el miedo a que el avión se choque en el aire, o se quiebre en pedazos con la turbulencia con algo que haga la experiencia placentera.

Desde mi opinión personal, una vez que estamos dentro del tubo alumínico somos parte de un regimen dictatorial de los más grandes. He llegado a pensar que Fidel Castro debe ser uno de los accionistas mayoritarios en American Airlines, ya que definitivamente utilizan estrategias similares, y sin embargo los seres humanos seguimos admirando como subsisten por tantos años.

Solo con el ánimo de divertirme un poco, el otro día mientras volaba me ponía a pensar en todas las libertades que nos eliminan, solo por el hecho de haber pagado más de $500/hora de placer. Después de haber pagado, empieza el sistema ha trabajar, empezando por "debe estar al menos 3 horas antes", claro tiene lógica, ya que nos van a dar placer por el mismo dinero, pero me equivoco, esas 3 horas se nos irán de pie derecho, contestando preguntas bastante tontas y con repetición constante, en donde los que nos preguntan no necesitan hacer un buen trabajo ya que el sistema los premia contra peor traten a los clientes, y en el caso de tener hambre la opción de comer suele costar un 150% con una menor selección, y menores ofertas de servicio.

Una vez dentro del avión, podemos ver como nos privan de la libertad de disfrutar del asiento que tan caro hemos pagado, primero al no dejarnos escoger donde queremos ir, luego al no poder operarlo como queremos y cuando queremos, y finalmente al tener a nuestro nuevo vecino en las narices. Quien hubiera pensado que ibamos a tener espacio para sentirnos cómodos, eso no venía como parte del pago. Si además tenemos la opción de estar al lado de la ventana, nos dirán cuando la podemos usar para ver a través y cuando no, ah no, tampoco estaba en el contrato que pudiéramos usarla a nuestra discreción.

Ni que decir tiene la comida no estaba incluida, si queremos algo para evitar ampliación en úlcera estomacal, eso nos costará una vez más, más de lo que estaríamos dispuestos a pagar si estuviéramos en un terreno con libertad y respeto por nuestros derechos. Claro tampoco dejemos de lado, que algunas veces, si ofrecen unos granos de maní para todo el avión, pero el reparto es casi por sorteo, y evidentemente no habrá repetición. La bebida, bueno pues definitivamente una experiencia, aunque suelen tener variedad, la distribución suele ser todos de una botella, y hasta que se acabe.

Claro, que esto es porque no tenemos la opción de volar en 1era clase, ya que en este privilegiado territorio, si tenemos la opción de escoger normalmente entre 2 opciones de comida, y de recibir más de 1 vaso de bebida. Sin embargo, como todo, después del 9/11 todo ha mejorado, y si los pilotos deciden abrir la puerta, inmediatamente entra en proceso el toque de queda, en el cual los pasajeros de 1era no pueden moverse de su asiento, y esto es solo gracias a que en teoría la gente que está sentada pagó el doble que los del resto del avión, por eso tenemos la posiiblidad de tratarlos el doble peor.

El otro día conversaba sobre lo poco que ha evolucionado la industria de la aviación, y esto definitivamente me lleva a entender que cuando algo no evoluciona tiende a desaparecer, lo que no tenemos claro es cuanto más durará esta dictadura.

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